La ley electoral ecuatoriana establece que para ganar en primera vuelta es necesario que el candidato más votado sume al menos el 40 por ciento de los votos válidos, más una ventaja de 10 puntos porcentuales sobre el rival más cercano.
De acuerdo con los datos del CNE, aún falta por contabilizar el 20 por ciento del sufragio en la provincia costera de Manabí, considerada una plaza fuerte de Alianza PAIS, y cerca de la mitad de los votos de los migrantes en el exterior, donde la tendencia también se inclina por Moreno.
Tras el cierre de la votación a las 17:00 hora local de ayer, tres de cinco encuestadoras dieron la victoria en primera vuelta al candidato oficialista, a partir de conteos realizados a boca de urna, pero esos resultados son extraoficiales.
El triunfo de Moreno representaría la continuidad de la Revolución Ciudadana, como se denomina al proyecto socialista instaurado por el presidente Rafael Correa tras su llegada al poder en enero de 2007.
Correa, quien entregará la banda presidencial el 24 de mayo próximo, recurrió esta madrugada a su cuenta de Twitter para llamar a sus seguidores a defender el voto frente a los intentos de la derecha de desconocer el eventual resultado a favor de Alianza PAIS, con el pretexto de que se habría hecho fraude.
Más de 12 millones 800 mil ecuatorianos fueron convocados a elegir al nuevo binomio presidencial, a los 137 miembros de la Asamblea Nacional y a los cinco representantes del país ante el Parlamento Andino.
Paralelo a la elección de las nuevas autoridades, se realizó una consulta popular sobre la conveniencia o no de que los funcionarios elegidos por voto popular tengan sus fortunas depositadas en los llamados paraísos fiscales.